Nadie mejor que tú se lo merece
Cuando empecé este blog, decidí hacerlo sobre la felicidad. No sobre el amor. Este puede aumentar la felicidad. Pero lo primero es ser feliz.
Hoy quiero hablar sobre vivir sólo. Puede parecer el paradigma de la infelicidad. Sin embargo, estoy convencido de que una de las cosas que más te puede ayudar a tener una relación sana, es precisamente, haber aprendido a vivir sólo.
¿Pero eso como se hace?. Y no me refiero a la parte física de irse de casa. Me refiero a la parte anímica.
Yo me enfrenté a esta situación bastante joven. Al principio es doloroso. La sensación de soledad puede ser abrumadora. Pero como todo, acabas haciéndote.
El estar sólo no significa abandonarte. El creer que cualquier cosa vale. Todo lo contrario. Es cuando más tienes que cuidarte. No hay nadie a tu alrededor que pueda solucionar lo que tu no hagas. Así que, tienes que quererte y actuar en consecuencia.
Cuando quieres a alguien te preocupas por:
- que coma bien y a sus horas
- que duerma el tiempo necesario
- que no despiste su aseo
- que viva en un entorno ordenado y limpio
- etc
Así que haz lo mismo por ti. Se tu mejor amigo y cuídate.
Yo, por ejemplo, me preocupaba mucho porque mi alimentación fue variada. Cada vez que me sentaba a comer, me preparaba la mesa. Mantel, servilleta, vasos y cubiertos. ¿Tú que prefieres?, ¿Comer en una mesa delante de un simple plato o hacerlo en una mesa bien puesta?. La experiencia es completamente distinta.
Mucha gente tiene la idea de que este tipo de cosas sólo hay que hacerlas cuando tiene alguien a su alrededor. Que para uno sólo cualquier cosa vale.
Si lo piensas un poco, es un gran desprecio hacia ti mismo, que al fin y al cabo eres el que paga las facturas.
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