lunes, 2 de noviembre de 2015

Gente tóxica

y familia




A lo largo de la vida vamos conociendo gente. Fantática en ocasiones, anodina en otras y tóxica a veces.
La gente tóxica es esa que después de estar con ellos te encuentras peor que antes. Que te hace ser peor persona. Que critican, son envidiosos y solo ven maldad en los demás. Que te meten en problemas.

Uno tiene que aprender a filtrarla. Cuando encuentras a alguien así, tienes que aprender a separarte. No tienes que tratar con todo el mundo ni llevarte bien con todos. Hay gente que es mejor dejar pasar. Y cuanto antes mejor.

Veo a mi alrededor personas que, por ejemplo, mantienen los amigos de la infancia. Aunque sean unas personas terribles. Pero les parece que tienen que seguir tratando con ellos por que se conocen desde niños. Y como este caso, otros tantos. Por que son compañeros de trabajo, amigos de un amigo, o por que son familia.

Reconozco tener un punto de vista que llama la atención sobre este tema. La familia no se elige. Para mi, las personas valen por si mismas. No por la relación sanguinea o política que las une. En tu familia puede haber gente fantástica. Disfrútala, tienes suerte. Pero también puede haber gente tóxica. Para mi, el que sean de la familia no lo disculpa. No hace que sienta la obligación de tener trato con ellos. Cuando alguien es malo, lo es independientemente del vínculo familiar.

Se que esto que propongo es de lo más dificil que se puede hacer. Separarte de la parte de tu familia que es tóxica. Nos han educado en lo contrario. En que la familia es lo más importante. Que tienes la obligación de quererla. Que tienes que aceptarla sin cuestionarla. Me niego a aceptar está máxima. Cuando alguien es malo, es malo y punto. Y lo mejor para ti, es defenderte de lo que te hace mal.

No digo que haya que ir de borde o maleducado por la vida. Muchas veces con rebajar el trato hasta lo mínimo que permita la cortesía es suficiente. No provocando el verse más alla de los eventos sociales que no se quieran eludir. Y en esos casos, establecer unos límites que no permitas sobrepasar.

En otras ocasiones hay que ser más radical. Cuando esa persona es mala de verdad, la única solución es cortar el vínculo de una forma radical. Es muy doloroso. Nos han educado para todo lo contrario. Pero debes defenderte y luchar por tu felicidad. Si tu no lo haces, nadie lo va a hacer por ti.

Te confirmo desde ya, que es una postura que muy poco gente entiende. Que cuando surge vas a tener que dar alguna explicación. Pero a mi me ha dado más alegrías que tristezas.


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